Mientras más investigo sobre marketing, de su evolución y su escenario actual, más me reafirmo, en el momento que la oferta de productos y servicios son superiores a la demanda, que la más efectiva manera de llegar al consumidor es a través de las emociones, sabías, que entre el 70% y el 80% de nuestras decisiones de compra las hacemos de forma inconsciente? Esto no lo digo yo, sino el especialista en Neuromarketing Hans Georg Häusel.

Citando sus palabras “El consumidor racional no es más que un mito. Como mucho, una tercera parte de las decisiones se toma de forma consciente, en el sistema cognitivo explícito; el resto se forma en la zona inconsciente del sistema cognitivo” Estos procesos inconscientes pueden ser influidos por estímulos externos.

Los procesos mentales tienen lugar en niveles inconscientes de procesamiento, sobre los que la persona no tiene una influencia consciente, hasta el momento en que atraviesan el umbral de la conciencia. Las personas perciben de forma selectiva los estímulos visuales de su entorno, en forma de ondas electromagnéticas. Estos estímulos son traducidos al lenguaje del cerebro mediante procesos biofísicos y bioquímicos que tienen lugar en los órganos sensoriales, en un proceso llamado transducción. El proceso de percepción que empieza en ese momento tiene lugar, primero, a un nivel inconsciente, hasta convertirse en una imagen concreta en la conciencia.

La selección y evaluación de estímulos externos se ve fuertemente determinada por el sistema emocional, situado en el sistema límbico. De este modo, por lo general el ser humano sólo percibe de forma consciente aquellos objetos que tienen sentido para él, según el principio de placer-dolor. Este sistema de evaluación emocional, que define si un objeto se percibe de forma positiva o negativa, está basado en la estructura motivacional de cada individuo.

Muy interesante, como para no empezar a estimular los sentidos de nuestros consumidores. Como ejemplo os dejo este genial video, donde la marca quiere enviar estos mensajes o estímulos a nuestro inconsciente y que asociemos su marca con la risa, sorpresa, alegría.

 

Conoces algún buen ejemplo de marketing emocional o neuromarketing?

Saludos

Erika

 

Escuela de Hosteleria Marketing Gastronómico

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