Diseño de restaurantes. La receta del éxito

Me llamo Iván Cotado y soy Diseñador de Interiores Comerciales. Desarrollamos proyectos comerciales a nivel nacional siempre y cuando cumplan con una condición esencial: que otorguen al diseño un papel primordial como principal herramienta de marketing empresarial. No se trata de diseñar para gustar, que también, sino para vender más, a mayor precio y más a menudo. No quiero extenderme en las presentaciones, te invito a visitar nuestro blog o nuestra web.
Nuestro lema es “Diseñamos interiores. Creamos negocios”, y así entendemos el diseño comercial, como un medio para conseguir unos objetivos, no como un fin. Piensa un momento en las siguientes empresas/marcas: Apple, Starbucks, Room Mate Hotels, Louis Vuitton, Nespresso… Todas ellas tienen algo en común, una apuesta clara y decidida por un diseño efectivo e inteligente.
Tenemos una relación especial para con la hostelería, en primer lugar porque es un mundo que personalmente me apasiona, no en vano a pesar de ser interiorista mi principal referente es Ferran Adrià por la apuesta continua que ha hecho por dos atributos bastante infravalorados cuando él empezaba: creatividad e innovación. Quizá debido a esta pasión por el sector y nuestra forma de entenderlo, recientemente la prestigiosa editorial Taschen incluyó un proyecto de nuestro estudio (El Sueño Húmedo Lounge & Bar) como uno de los mejores bares del mundo en su publicación “Eat Shop & Drink”.
Imagen: Todos los derechos reservados por Santos-Díez de BISimages. Proyecto: El Sueño Húmedo Lounge & Bar de Ivan Cotado Diseño de Interiores.
La segunda razón del especial interés que sentimos por la hostelería tiene que ver con el sentido de deuda. Los diseñadores estamos en deuda con este sector que, a pesar de tener claras las virtudes del diseño de restaurantes, en general, no han recibido diseños ad hoc centrados en potenciar su negocio. Hay mucho trabajo por hacer mientras se siguen cerrando restaurantes por no contemplar de inicio ciertos elementos básicos como el diseño del propio restaurante, el modelo de negocio global del restaurante como empresa, el marketing, que tan bien tratado está en este blog, el diseño de todos los puntos de contacto con el cliente, etc, etc.
Hemos salido de una etapa de abundancia en la que todo, o casi todo valía y nos hemos adentrado de lleno en la era de la escasez, una situación en la que todos nos hemos vuelto de repente “inteligentes” y miramos más y mejor dónde gastamos nuestro dinero. Hoy en día tener un buen producto ya no es suficiente. El producto ha de ser excelente, pero aun así tampoco será suficiente. La calidad ya no nos diferencia, la calidad se presupone, has de ofrecer “algo más”.
Julio Iglesias aconsejó a Bertín Osborne en sus comienzos: “Para triunfar has de cantar bien y mil cosas más. Y son esas mil cosas más las que harán que triunfes o no”. Tengo la impresión de que la hostelería española ha dirigido todos sus esfuerzos a “cantar bien” y ha descuidado otros muchos factores determinantes para el éxito.
Corría el año 1997, ya llovió, cuando en El Bulli empezaron a detectar la necesidad de contar con un elemento contenedor a la altura de su producto. Una vajilla especial para sus conocidos e imitados “petit-fours”. Tal era su importancia para Adrià que como no encontraron nada adecuado, se pusieron en contacto con jóvenes diseñadores barceloneses, y lo crearon. Diseñaron una vajilla específica basada en formas de papiroflexia con finas láminas bañadas en plata. Cada pieza era única y adaptada a un “petit-four” que a su vez se concebía en función de esta pieza. Esta vajilla marcó el inicio de la relación de El Bulli con el diseño, una relación que nunca abandonarían y que sin duda contribuyó de forma determinante en el éxito de la marca Bulli-Adrià.
Aquello ocurrió en 1997, hoy en día nadie duda de la importancia que tiene una vajilla (elemento contenedor) en la elaboración de una experiencia de cliente completa y satisfactoria. Sin embargo resulta curioso que nos fijemos en el plato o elemento contenedor de nuestro producto mientras descuidamos el plato o elemento contenedor más importante, es decir, el restaurante en sí como espacio físico en el que servimos nuestra experiencia de cliente.
Al igual que elegimos una vajilla en función de los elementos a emplatar, también debemos elegir un diseño interior en función de los objetivos perseguidos y/o las emociones que queremos provocar. Esa es la verdadera función del Diseño de Restaurantes, servir de contendor ideal para sacar el máximo partido a un modelo de negocio y a un estilo de cocina concreto, el que sea pero el nuestro, resaltando sus principales atributos para satisfacer de ese modo las máximas expectativas de los comensales.
Entendamos pues el Diseño Interior de un restaurante como el contenedor físico que otorga razón de ser a un contenido, que potencia sus virtudes, se integra con su idiosincrasia y acompaña las experiencias del comensal. Por esto huimos de las modas, o los “estilos de autor”, cada diseño debe ser original, único y adaptado a unas necesidades concretas. Decía Charles Eames: “La razón por la cual tienes un estilo de diseño es la razón por la cual no has resuelto el problema del diseño”.
Antes de diseñar un restaurante debemos hacer un exhaustivo análisis de los verdaderos valores de la cocina que desarrollará. Debemos conocer sus productos, principales platos, proveedores, filosofía de trabajo, factores económicos, humanos, ubicación, historias personales, etc. Una vez hecho este ejercicio de investigación, como arquitectos de interiores nuestro proyecto ofrecerá respuestas a todas y cada una de estas preguntas previas en forma de decisiones de diseño convenientemente justificadas. Siguiendo este método, continente y contenido, diseño interior y gastronomía, funcionarán como una única entidad y así lo percibirán los comensales, como una experiencia global.
Se me queda corto el post para reseñar todos los aspectos a tener en cuenta en un buen Proyecto de Arquitectura Interior de un Restaurante, pero hagamos un avance. En base a los planteamientos iniciales y los objetivos finales diseñaremos la distribución idónea de espacios y sus comunicaciones, elegiremos acabados y materiales, valoraremos su reverberación o condiciones acústicas, definiremos detalles constructivos… De vital importancia resulta el diseño de la iluminación, ni mucha ni poca, la justa y adecuada. Tendremos en cuenta también la ventilación, los olores, la ambientación y atmósfera general del espacio. Crearemos o elegiremos el mobiliario adecuado, la señalética e imagen corporativa y así hasta el infinito.
Gastronomía y Arquitectura deben fusionarse en un todo para alcanzar un fin, que no es otro que satisfacer a un cliente cada vez más exigente, cada vez con más conocimientos al respecto, y al que cada día es más difícil sorprender. La búsqueda de la originalidad y sobre todo la diferenciación debe ser el camino, de ahí la importancia por conocer esos verdaderos valores de una cocina para concluir en diseños de espacios únicos, con personalidad y ADN propios marcados a fuego. Es la única forma de conseguir restaurantes incomparables.
Si bien cada día es más difícil abrirse camino, mi consejo a modo de resumen, si se me permite, es apostar por formación, creatividad e innovación constantes y de forma global, desde lo más pequeño a lo más grande. Todo aquello que hagamos para mejorar la experiencia de nuestro cliente en el restaurante será bienvenido, porque hoy en día y a diferencia del pasado más reciente, de un restaurante ya no queremos salir con la barriga llena, sino con la sonrisa de oreja a oreja. Ahí radica la gran diferencia entre satisfacción y plena satisfacción. La gran diferencia entre éxito y fracaso.
Espero que os haya gustado este nuevo especialista! Estoy totalmente de acuerdo con todo lo que ha comentado Iván, y vosotros ¿Qué opináis?
Un abrazo
Erika
Escuela de Hosteleria Marketing Gastronómico
Me encantan estas decoraciones tan minimalistas si se pueden unir a la gastronomia tanto mejor.
Hola Pedro!!! Para mi el diseño del restaurante, dice mucho de la preocupación que le ponen los dueños a su negocio, todo en el restaurante, son detalles y este es uno e importante.
Un saludo!
la ultima vez que entro un diseñador en una restaurante le dio por diseñar hasta la cocina, despues para hacer un arroz teniamos que darle vueltas a la paella porque el suelo estaba de la cocina está tan desnivelado que no cocia la paellera nivelada, asi que el arroz se cocia a trozos. una gran idea dejarlo todo en manos del diseñador y no preguntar al personal o a una persona que sepa del negocio de la restauración cuales son las necesidades específicas del oficio. como siempre y para variar. en cuanto a lo demás no dudo que ivan sea un gran diseñador ni pongo en duda el trabajo del diseño, pero despues no queda dinero para lo fundamental que es tener un personal de verdad cualificado.
Hola Andrés, después de leer tus palabras y sin entender de estos temas imagino que un buen trabajo de diseño, es el que tiene en cuenta todos los aspectos, no sólo el visual, sino también el operativo y el de las necesidades del personal.
Pero esto es como todo en los restaurantes, no se puede trabajar por partes, ni hacer trabajos aislados, cada pieza del restaurante, concepto, nombre, diseño, carta, producto, forma de atender, etc, tienen que estar en armonía, para ser un perfecto todo.
Un saludo!
buen dia Srita Erika , para saludarla y aprovecho para ponerme a sus ordenes somos fabricantes de cocinas en acero inoxidable