Todos quieren sentir felicidad, el cliente la busca, la desea, la compra.
Hoy os voy a contar no sólo como viví la gran cena de las emociones, sino como trasladar esta maravillosa idea en simples pasos a vuestro propio establecimiento gastronómico o turístico.
Me recibe un amable señor, impecablemente vestido, educado, elegante en gestos y expresión, me dice, prepárate para vivir la experiencia de tu vida, será un regalo para ti, siente!!
¿Qué siento en ese momento? Alegría, curiosidad, algo de nervios..
Me tapan los ojos y unas manos dulces y suaves me llevan a mi mesa, lógicamente no veo nada, sólo siento… ahora los nervios crecen…
Piso un suelo acolchado, dónde estaré? En el cielo? No lo sé, pero es lo más cerca que he estado de momento..
Sentada en la mesa, empiezan voces a emerger de todos los rincones de la sala, en susurro o volumen más alto, desde la entrada, a mi lado.. escucho sin parar bienvenida a la cena de los sentidos, disfruta, imagina, recuerda, vive, explora, descubre, siente..
Entran platos, algunos me los como con la mano, en otros me dicen, abre la boca y con algo de timidez la abro y me dejo llevar.. Sólo escucho la textura de los productos, siento mejor que nunca todos los sabores por separado, se despierta mi oído cada vez más, las papilas gustativas están de fiesta, creo que quieren más..
Escucho la belleza, volumen alto, melodías suaves, ritmos rápidos, con contrastes de instrumentos, me cantan primero en castellano, luego en francés, portugués, italiano, música que me levanta de mi silla y me hace bailar…
Sándalo, canela, incienso, pimienta, cítricos, especias, aromas van y vienen como ráfagas una y otra vez.. Quiero descubrir que es lo que como a través del olfato, reconozco los olores, se prepara mi gusto y disfruto.
Siento que me abrazan, me acarician, me cuidan, se preocupan, me limpian, me quieren.
Me emociono una y otra vez con las voces que siguen interpretando para mi la mejor experiencia gastronómica y cultural, que jamás he vivido, mi imaginación vuela y mi corazón disfruta..
Esta fue la cena de los sentidos, creada y maravillosamente ejecutada por la empresa Casi Todos los Sentidos. No voy a contar todos los detalles, aunque me muera de ganas, ya que se rompería la magia para quienes vivirán esta experiencia tan especial alguna vez.
Y ahora, lo trasladamos a tu restaurante?
La bienvenida:
- Ser amables, educados y vestir impecablemente, es un deber para ti.
- Invítame a vivir una buena experiencia gastronómica.
- Genera expectación, curiosidad en mi, quiero sentir, quiero comprar emociones.
Gusto:
- Llena de texturas tus platos.
- Fusiona sabores y culturas que resalten y que se potencien entre si.
Oído:
- Pon diferentes texturas en tus platos, que suene tu comida!
- La música tiene que despertar algo en mi, qué quieres que sienta?
Olfato:
- Quiero descubirir tu gastronomía a través de los aromas.
- Tus productos deben ser frescos y harán que la sala se inunde de esencias.
Vista:
- Cuéntame una historia a través del montaje de tus platos.
- Invade mis sentidos con cada presentación.
No he querido poner fotos ni música (raro en mi) para que tu imaginación no tenga límites, si quieres algo más de inspiración, aprende: como se venden las emociones!
Esta cena fue parte del blog trip Murcia No Typical destino que ya es parte de mi … Una vez más felicidades a los organizadores por tan excelente trabajo!
Os ha gustado?
Un abrazo
Erika
Escuela de Hosteleria Marketing Gastronómico
Es que estos mursianicos saben un par de cosas
Estos murcianos, como decimos en Chile, se las traen!! Parece que no, pero si…
No dudo que comunicarán esta región, de la manera que se merece, para promocionarla al más alto nivel!
Un abrazo!
Me has recordado mucho al libro de Lovemarks, si no lo conoces te lo recomiendo 🙂
Si que lo conozco, pero no recuerdo si lo he leído o no :-S Tantas cosas que leo… pero me lo han recomendado varias veces, así es que lo miraré.
Un abrazo!
No me ha gustado…me ha fascinado! Great! Lo comparto en facebook con tu permiso Erika. Soy Coordinadora en la Asoc. de las Rutas del Vino y Brandy de Jerez, y desde luego han dado en el clavo: el verdadero maridaje no es entre vinos, sino entre la “buena mesa” y nuestra felicidad a sorbitos…
Gracias Miriam
Fue una experiencia maravillosa, que se puede trasladar a cada producto gastronómico, el secreto es conocer mejor que nadie tu producto y comunicarlo a través de los sentidos.
Para el mundo del vino es genial, catas a ciegas, cambiar las texturas al vino, como las mermeladas y gominolas de Carme Ruscalleda, se puede jugar y el cliente lo quiere…
Un abrazo!
Atrapante tu relajo Erika!!! Dan ganas de tomarse un avion para vivir esa experiencia!!!
Un abrazo
jejeje toma esa avión, te esperamos Patri!!
Erika