Es triste tener que comenzar así un post, pero lamentablemente, es la pura realidad. Tengan o no clientes los restaurantes, la mala atención nunca falla y ya es uno de los ingredientes principales en la mayoría de restaurantes.
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Las ventas suben como nunca
Según los datos publicados en http://www.hosteleriadigital.es las ventas en el conjunto de la hostelería siguen en ascenso y en el mes de julio se incrementaron un 1,8% respecto al mismo mes del año anterior, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Mejor mes turístico de la historia en España
Si seguimos con buenas noticias y mejores datos, vemos que con 8,3 millones de turistas internacionales —un 7,1% más que en el mismo mes de 2012— agosto se ha convertido en el mejor mes turístico de la historia en España. Además, en el periodo de enero a agosto de 2013 se han recibido un total de 42,3 millones de turistas, acumulando una subida interanual de un 4,5%. (Fuente: Movimientos Turísticos en Fronteras)
Las ventas suben como nunca, la mala atención sigue como siempre
Estos buenos datos, deberían hacer brillar a los restaurantes, su atención tendría que ser mejor que nunca, a estos clientes, los vamos a cuidar y tratar como se merecen.
Pero en muchos restaurantes se descuida totalmente al cliente, ¿no es paradójico? Cómo puede ser que no se le ponga ninguna atención, se le trate como cualquier cosa y en ocasiones, encima, parece que te hacen un favor por ir a tu mesa a escuchar lo qué necesitas.
Tengo alumnos de todo el mundo en la Escuela de Hostelería Online de Marketing Gastronómico y todos ellos me dicen, que su gran problema en la gestión de su restaurante, es el personal, su desmotivación y cero o nula proactividad, es decir, no tiene nada que ver con el país de las personas, sino de la actitud que rodea a este tipo de negocios.
Para mi la solución es clara y simple, saber seleccionar al personal adecuado y dar formación continua al personal, si ellos nos son dirigidos ni capacitados, no podemos esperar milagros.

mala atención restaurantes
Ejemplos de mala atención en restaurantes
La mayoría de veces que voy a un restaurante pienso, voy a escribir un post con la mala experiencia que he vivido, luego digo, para qué, si total, la próxima vez que salga, seguro que será igual o peor jajaja
Os cuento que hace unas semanas fui a un restaurante que tenía muy buenas críticas y estaba muy recomendado y yo ni lo conocía, así es que pensé en ir a ver qué tal era.
Llamo para reservar y pregunto qué hay de menú ese día, era un domingo y me dice la persona que me atendió el teléfono: “lo de siempre” en entrantes y de segundo esto y esto otro. ¿Y cómo voy a saber yo qué es lo de siempre? Me lo dijo de una manera tan seria y casi agresiva, qué ni pregunté qué era lo de siempre para que no se molestara más.
Llegamos al lugar, vimos una buena terraza montada con algunas mesas grandes y algunas para cuatro y dos, cuando nos acercamos a ver en qué mesa nos sentaríamos, sin saludarnos, sin preguntar nada nos dicen: “No se pueden sentar en ninguna de estas mesas, están todas reservadas” ¡Vamos, una amabilidad que da gusto! Le digo, sí, yo tengo reserva y me dice, ah disculpa, claro claro, toma asiento.
A la hora de tomar nota, nos comenta que hay un menú fijo, de entradas, las de siempre, no lo olvidemos y que de segundo, de los tres platos en carta, ahora sólo hay dos, porque el secreto ibérico se había acabado. Esto fue a las 14 de un domingo, cuando todavía no había ningún cliente más, cosa que me indica, que habían hecho una mala previsión en compras y el cliente se perjudica, teniendo menos opciones, siendo éstas arroz al horno o pescado, muy pobres opciones, he de decir. Al menos que buscara una alternativa para ese plato que ya no está en carta, digo yo.
Pero esto no sólo te lo decía el camarero, sino que te lo dejaban muy claro en la carta, rallada con un bolígrafo.

Mala atención en restaurantes
Como podéis ver, no sólo está tachado un plato, sin un par y los precios también están retocados con un bolígrafo.
Para finalizar la mala experiencia, ya no sólo en la atención, sino también en su gastronomía pobre, nos traen la única opción de postre que existía. Nuestras expectativas son las de probar una rica tarta de queso, con el toque personal del chef.
Cuando nos llega este plato único para dos personas, nos quedamos con cara de… ¿me estás tomando el pelo? Eran dos láminas saladas, con la textura de los chips de gambas que te ponen en un restaurante chino, con mermelada por encima y por dentro, una cucharada de yogurt y una mini bolita de helado de frutos del bosque. En fin, sin comentarios. Si esta es la manera que hacen una tarta de queso no quiero ni saber cómo sería su versión de una natilla. ¿Un vaso de leche?
Una de las peores sensaciones que le puedes hacer sentir a tu cliente es la de una expectativa no cumplida, porque se irá del restaurante decepcionado 100% como fue mi caso.

Mala atención en restaurantes
Un mal servicio, deja un mal sabor de boca a todos los clientes. Si encima la gastronomía tampoco brilla, la experiencia se transforma en un mal rato que no sólo no querrás repetir, sino que no lo recomendarás jamás a nadie.
Me pregunto, ¿pero estamos en condiciones de mal atender a los clientes?
Un saludo
Erika
[…] No tratar al equipo con respeto. Increíble, pero cierto, muchos directores de restaurantes, gritan a sus empleados, no le dan las gracias por su trabajo, no se les valora y por ende, éste trabaja totalmente desmotivado y de mala gana y luego suceden cosas cómo esta. […]