Has contratado dos camareros, y un ayudante en la cocina.
Como en tantas otras ocasiones, los chicos llegan puntuales, tú les das la bienvenida y les entregas el uniforme.
Se ven nerviosos. “Normal”, piensas, “es el primer día”.
Les presentas al resto del equipo, les hablas del menú, y les dices que terminan a las 4 de la tarde y que, por favor, hablen con Carmen para cerrar el tema del sueldo.
Y punto.
El resto del día, estos nuevos empleados en tu restaurante, tienen que apañárselas por sí solos para responder las preguntas (y lidiar con las quejas) del cliente, descubrir dónde están todas las herramientas necesarias para hacer su trabajo, y, en definitiva, para sobrevivir.
Por eso, se atiende tan mal en la hostelería.
Porque el personal se siente perdido y nadie, desde el primer momento, le ha dicho cómo, cuándo ni por qué tiene que hacer algo.
¿Te sientes identificado con este proceso?
¿Te sientes… un poco culpable?
Sí, lo sabemos, no tienes tiempo para nada, ni siquiera, para tomarte un respiro y disfrutar de una buena comida.
Encuéntralo.
En serio, organízate mejor porque, si no lo haces y no le dedicas la atención a tu equipo que se merece y necesita, tu restaurante va a sufrir, a corto y largo plazo.
Tómate el tiempo para enseñarle cuáles son sus responsabilidades, qué esperas de él o ella, qué función ejerce dentro del equipo, cuáles son tus estándares, etc…
No des por hecho que tu nuevo empleado va a saber cómo moverse por tu negocio cual pez en el agua el primer día, semana o mes…
No peques de lo mismo de lo que tantos hosteleros pecan.
Porque, esa es la principal razón por la que se atiende tan mal en la hostelería.
Ese es el detonante que da lugar a tantas quejas, disgustos, y clientes perdidos.
¿Qué puedes hacer para mejorar tu servicio de atención al cliente?
Te lo cuento en todo detalle en el Libro del Marketing Gastronómico.
Además de identificar qué tienes que hacer para revertir este problema, y atender a tus clientes como se merecen, en el Libro del Marketing Gastronómico encontrarás información útil y práctica sobre:
- Los fundamentos del marketing gastronómico y cómo aplicarlo para crear una conexión más emotiva y duradera con tus clientes,
- Cómo ser un referente en la hostelería,
- Cómo crear una estrategia que te sirva para desmarcarte de tu competencia e incrementar tus ventas,
- Cómo aumentar el valor de lo que ofreces a tus clientes, y encontrar una diferenciación clara y directa que aporte valor a tu cliente instantáneamente,
- Cómo influir en la decisión de compra del cliente, y mucho más.
Información valiosísima que marcará un ANTES y un DESPUÉS en la atención a tu cliente, y en la gestión de tu restaurante.
El regalo ideal para ese familiar o amigo en el mundo de la hostelería estas Navidades.
O para ti mismo, ¿por qué no?
¡Porque estoy segura de que quieres empezar el año con el mejor pie posible!
Puedes encontrarlo aquí.
Pero, para que no te quedes con las ganas de saber qué principios debes poner en práctica en la gestión de tu restaurante para diferenciarte del resto y dejar de atender mal a tu cliente, te dejo un aperitivo aquí:
- Ofréceles una formación clara y concisa desde el primer día
No asumas que, porque tienen experiencia en el sector, o porque se les ve “espabilados”, van a saber moverse con soltura por tu local.
Ten un proceso de formación delineado, y enséñales lo que esperas de ellos, las mejores prácticas, incluso la filosofía de tu establecimiento, desde el primer momento.
- Demuéstrales que aprecias su trabajo
Tu equipo por encima (o, al menos, al mismo nivel) de tu cliente, no lo olvides.
¿Podrías servir a tus “comensales” sin tu equipo?
Imposible.
Entonces, demuéstrales el valor que tienen como elemento primordial de tu equipo desde el primer día. Si ellos no sienten que les valoras, o que les das importancia, no van a poder rendir como tú y tus clientes esperáis.
- Potencia sus mejores cualidades
Intenta optimizar las vías de comunicación, interesándote constantemente por su opinión, reforzando sus esfuerzos e ideas, etc.
No olvides que, una labor bien hecha se consigue permitiendo a tus empleados que sean ellos mismos en su puesto de trabajo, y animándoles activamente a expresar su creatividad a la hora de atender a los clientes.
- Alinea sus intereses con los de tu empresa
¿No hace falta, dices?
¿Que a la gente no le interesa la filosofía de tu empresa y que lo único que quieren es cobrar a final de mes?
Te equivocas.
Cuanto más vinculado emocionalmente se sienta cada miembro de tu equipo a tu restaurante, mejor trabajarán, y mejor atenderán a tus clientes. La persona que no se siente implicada, no se siente motivada sino mandada.
En cambio, el trabajador que se identifica con tu ideología y con tu visión, y se siente parte de ello, va a transmitir ese interés y sentido de pertenecer al cliente. Y, al final, vais a ser tú, y tus ingresos finales, los que os vais a beneficiar.
- Documenta tu proceso de formación
Te va a llevar tiempo inicialmente, pero créeme cuando digo que va a merecer la pena. Documenta adecuadamente todo lo que quieres compartir con tus nuevos empleados en papel, en vídeo, como quieras.
Comparte esa información antes de que se unan a tu plantilla, si puede ser posible. No sólo tendrán su labor mucho más clara, sino que sentirán que forman parte de un equipo coherente, con objetivos y procesos claros y efectivos.
Aplica estos principios al empezar, y durante su estancia contigo para asegurarte de que están haciendo su labor como tú y tu cliente esperáis pero, sobre todo, de que se sientan felices de hacerla.
Todo esto, y mucho más, en el Libro del Marketing Gastronómico.
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Te lo mereces.
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